La mujer que amaba los perros
La manada seguía ese vehículo, van como si el flautista de Hamelín tocára la flauta..al detenerse , se desmonta una mujer que con amor los acaricia, ellos retozan felices reconociendo la vibra de aquella señora, sintiendo un alma noble que les ama y se preocupa por ellos..luego inicia el proceso de buscar unos platos reciclados realizados por ella, en el cual coloca los alimentos, comprados para ellos, que los perros comen alegremente, mientras agradecidos mueven la cola recibiendo aquel regalo. Tengo años visitando aquel Parque, en el cual yo también muchas veces llegué herida, coja por las circunstancias de la vida o igual que una de los animales que tuvo un proceso de salud y hoy está vivita y coleando...yo también recibí de gente buena una mano que se extendió en todo momento, una acogida de seres maravillosos, pero que siempre me acompañaron respetando mi espacio y libertad. Así esta mujer lleva años realizando esta labor, me comentó al conversar con ella que son varios grupo, que se encargan por áreas de los animales del parque, con sus recursos y con un corazón que solo las almas nobles poseen. Hay un símil de como también nosotros pasamos y padecemos, pero la divinidad envía ángeles que nos auxilian en los momentos apremiantes, personas que toman de su tiempo para ayudarnos, colaborar y hasta que no nos vean con la piel brillante, el ánimo repuesto no nos dejan. Al retirarme le informé que escribiria sobre ella y que su labor es encomiable porque lo hace porque le nace y al verla me vino a la mente el título de esta cuartilla: La mujer que amaba los perros.
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