Fluyendo como el rio

 "Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos." Heraclito

Quién pudiera como el río, ser fugitivo y eterno».Dulce María Loynaz

Allí descansé mis pies, cansada de un trayecto en el cual lo venía siguiendo, su ruido me arrulla, me da paz. El río solo sigue la corriente y fluye hacia donde lo lleve la contención qué tiene a sus extremos, de vez en cuando llueve torrencial, el se rebosa para luego volver a su cauce natural, solo es el exceso de agua que lo hace crecer y requiere descargarla de algún modo. Sigo el sendero y llego a un punto donde hay un olor desagradable, miró los alrededores.. Y qué le pasa a esta agua qué tiene mal olor?.. Simple, esta estancada, no fluye, no tiene donde seguir la corriente, por lo que con el tiempo ella misma se va volviendo añeja, ella se va agriando, como pasa con la vida cuando la frenamos, cuando nos quedamos parados en un solo punto, sin movernos por años.. Al correr de los años nos damos cuenta que no crecimos, que no anduvimos otros senderos y que pudimos llegar a muchos lugares, pero nos estancamos por temor a seguir la corriente. Fluir como un río implica todo lo que compone al ser humano, entender nuestro cuerpo y saber cuando nos manda señales de que hay que parar o continuar, abrirnos a lo que es, no a lo qué queremos que sea, tomar nuevos senderos, sino nos gusta el que estamos transitando, pero también pararnos, como hice yo en esta foto, a disfrutar del momento, sentir la corriente y fluir a su antojo, porque cuando contrariamos la vida, generamos estrés al cuerpo y al alma. Fluyamos en la vida como los ríos, simplemente siguen el curso que les tocó y son felices jugueteando con todo lo que les rodea, ellos crean el equilibrio de la naturaleza, solo dejándose llevar. 

«Los ríos más profundos son siempre los más silenciosos».Q

Quinto Curcio Rufo

«Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar».

Jorge Manrique